febrero 27, 2012

La Odisea

by ~tikos


Homero
La Odisea (en griego: Ὀδύσσεια, Ódýsseia) es un poema épico griego compuesto por 24 cantos, atribuido al poeta griego Homero. Se cree que fue escrito en el siglo VIII a. C., en los asentamientos que Grecia tenía en la costa oeste del Asia Menor (actual Turquía asiática). Según otros autores, la Odisea se completa en el siglo VII a. C. a partir de poemas que sólo describían partes de la obra actual. Fue originalmente escrita en lo que se ha llamado dialecto homérico. Narra la vuelta a casa del héroe griego Odiseo (Ulises en latín) tras la Guerra de Troya. Odiseo tarda veinte años en regresar a la isla de Ítaca, donde poseía el título de rey, período durante el cual su hijo Telémaco y su esposa Penélope han de tolerar en su palacio a los pretendientes que buscan desposarla (pues ya creían muerto a Odiseo), al mismo tiempo que consumen los bienes de la familia.

La mejor arma de Odiseo es su mētis o astucia. Gracias a su inteligencia —además de la ayuda provista por Palas Atenea, hija de Zeus Cronida— es capaz de escapar de los continuos problemas a los que ha de enfrentarse por designio de los dioses. Para esto, planea diversas artimañas, bien sean físicas —como pueden serlo disfraces— o con audaces y engañosos discursos de los que se vale para conseguir sus objetivos.

El poema es, junto a la Ilíada, uno de los primeros textos de la épica grecolatina y por tanto de la literatura occidental. Se cree que el poema original fue transmitido por vía oral durante siglos por aedos que recitaban el poema de memoria, alterándolo consciente o inconscientemente. Era transmitida en dialectos de la Antigua Grecia. Ya en el siglo IX a. C., con la reciente aparición del alfabeto, tanto la Odisea como la Ilíada pudieron ser las primeras obras en ser transcritas, aunque la mayoría de la crítica se inclina por datarlas en el siglo VIII a. C. El texto homérico más antiguo que conocemos es la versión de Aristarco de Samotracia (siglo II a. C.). El poema está escrito usando una métrica llamada hexámetro dactílico. Cada línea de la Odisea original estaba formada por seis unidades o pies, siendo cada pie dáctilo o espondeo. Los primeros cinco pies eran dáctilos y el último podía ser un espondeo o bien un troqueo. Los distintos pies van separados por cesuras o pausas.

Estructura La obra consta de 24 cantos. Al igual que muchos poemas épicos antiguos, comienza in medias res, lo cual significa que empieza en mitad de la historia, contando los hechos anteriores a base de recuerdos o narraciones del propio Odiseo. El poema está dividido en tres partes. En la Telemaquia (cantos del I al IV) se describe la situación de Ítaca con la ausencia de su rey, el sufrimiento de Telémaco y Penélope debido a los pretendientes, y cómo el joven emprende un viaje en busca de su padre. En el regreso de Odiseo (cantos del V al XII) Odiseo llega a la corte del rey Alcínoo y narra todas sus aventuras desde que salió de Troya. Finalmente, en la venganza de Odiseo (cantos del XIII al XXIV), se describe el regreso a la isla, el reconocimiento por alguno de sus esclavos y su hijo, y cómo Odiseo se venga de los pretendientes matándolos a todos. Tras aquello, Odiseo es reconocido por su esposa Penélope y recupera su reino. Por último, se firma la paz entre todos los itacenses. Inicio de la Odisea escrita en el dialecto griego jónico.

Pérez Navarro, Martín Saurí / Norma
Canto I 
Concilio de los dioses. Exhortación de Atenea a Telémaco. Homero comienza la Odisea invocando a la Musa para que cuente lo sucedido a Odiseo después de destruir Troya. En una asamblea de los dioses griegos, Atenea aboga por la vuelta del héroe a su hogar, quien lleva muchos años en la isla de la ninfa Calipso. La misma Atenea, tomando la figura de Mentor, rey de los Tafios, aconseja a Telémaco que viaje en busca de noticias de su padre.

Canto II 
Telémaco reúne en asamblea al pueblo de Ítaca. El palacio de Odiseo se encuentra invadido por decenas de pretendientes que buscan la mano de su mujer Penélope, creyendo que aquél ha muerto. Gracias a la ayuda de Atenea, aparecida ahora en forma de Mentor, el joven convoca una asamblea en el ágora para expulsar a los soberbios pretendientes de su hogar. Finalmente, Telémaco consigue una nave y emprende viaje a Pilos en busca de noticias sobre su padre.

Canto III 
Telémaco viaja a Pilos para informarse sobre su padre. La siguiente mañana, Telémaco y Mentor llegan a Pilos e invitados por Néstor, participan en una hecatombe para Poseidón. El rey Néstor les relata el regreso de otros héroes desde Troya y la muerte de Agamenón, pero no tiene información específica de Odiseo. Les sugiere que vayan a Esparta a hablar con Menelao, quien acaba de regresar de largos viajes. Atenea se desaparece milagrosamente. Impresionado que un joven esté escoltado por una diosa, Néstor arregla que su hijo Pisístrato acompañe a Telémaco a Esparta.

Canto IV 
Telémaco viaja a Esparta para informarse sobre su padre. Continúa el viaje hasta Esparta, donde le reciben Menelao y Helena. Éste le cuenta acerca de su conversación con Proteo, quien le informó acerca de la suerte que había corrido Odiseo, encontrándose éste en una isla retenido por Calipso. Mientras tanto, los pretendientes sabiendo del viaje del joven, le preparan una emboscada a su regreso.

Canto V
Odiseo llega a Esqueria de los feacios. En una nueva asamblea de los dioses, Zeus toma la decisión de mandar al mensajero Hermes a la isla de Calipso para que ésta deje marchar a Odiseo. La ninfa le promete la inmortalidad si se queda, pero el héroe prefiere salir de la isla. Tarda cuatro días en construir una balsa y emprende el viaje al quinto día, pero es hundido por Poseidón, enfadado con Odiseo desde que el griego cegó a su hijo Polifemo. Odiseo es ayudado por la nereida Ino, quien le da una manta con la que debe de taparse el pecho y nadar hasta la isla de los feacios. Charles Gleyre, Odiseo y Nausícaa.

Canto VI 
Odiseo y Nausícaa. Atenea visita, en un sueño, a la princesa Nausícaa, hija de Alcínoo, rey de Esqueria y la urge a tener sus responsabilidades como mujer en edad de casarse. Al despertar, Nausícaa pide a su padre un carro con mulas para ir a lavar ropa al río. Mientras ella y sus esclavas descansaban y otras jugaban a la pelota, Odiseo se despertó, las vio y pidió ayuda a la princesa. Nausícaa, impresionada por su forma de hablar, acoge al héroe y le brinda alimentos, le dice que la siga hacia la casa del rey y le indica cómo pedirle a su madre, la reina, hospitalidad. Le señala un bosque consagrado a Atenea a las afueras de la ciudad donde puede descansar. Odiseo aprovecha la ocasión para implorar a la diosa que lo reciban y lo ayuden a llegar su isla patria.

Canto VII 
Odiseo en el palacio de Alcínoo. Odiseo es recibido en el palacio por Alcínoo, rey de los feacios (fue guiado hasta allá por Atenea), y le invita al banquete que se va a celebrar. Odiseo cuenta todo lo acaecido hasta ese momento, con lo que el rey queda impresionado. Éste le ofrece la mano de su hija, mas Odiseo no acepta, por lo que el rey cambia su ofrecimiento por ayudarlo a llegar a su isla.

Canto VIII 
Odiseo agasajado por los feacios. Se celebra una fiesta en el palacio en honor del huésped, que aún no se ha presentado. Tras una competición de atletismo, en la que Odiseo asombra al público con un gran lanzamiento de disco, comienza el banquete. El aedo Demódoco ameniza la comida con un canto sobre la guerra de Troya. Al hablar del episodio del caballo de Troya, Odiseo rompe a llorar, y el rey manda al aedo que deje de cantar, y pregunta al huésped sobre su verdadera identidad.

Canto IX 
Odiseo cuenta sus aventuras: los cicones, los lotófagos, los cíclopes. Odiseo se presenta, y comienza a relatar su historia desde que salió de Troya. Primero destruyeron la ciudad de Ísmaro (donde estaban los cicones), donde perdió a bastantes compañeros. Más tarde llegaron a la isla de los lotófagos. Allí, tres compañeros comieron el loto, y perdieron el deseo de regresar, por lo que hubo de llevárselos a la fuerza. Posteriormente, llegaron a la isla de los cíclopes. En una caverna se encontraron con Polifemo, hijo de Poseidón, que se comió a varios de sus compañeros. Estaban atrapados en la cueva, pues estaba cerrada con una enorme piedra que les impedía salir. Odiseo, con su astucia, emborrachó con vino a Polifemo y mandó afilar un palo con el que cegaron al cíclope mientras éste dormía. Consiguieron escapar ocultándose bajo pieles de oveja.

Canto X 
La isla de Eolo. El palacio de Circe la hechicera. Odiseo sigue narrando cómo viajaron hasta la isla de Eolo, que trató de ayudarles a viajar hasta Ítaca. Eolo entregó a Odiseo una bolsa de piel que contenía los vientos del oeste. Al acercarse a Ítaca, sus hombres decidieron ver lo que había en la bolsa, dejando salir a todos los vientos y creando una tormenta que hizo desaparecer la esperanza del regreso al hogar. Tras seis días de navegación, llegaron a la isla de los Lestrigones, gigantes antropófagos que devoraron a casi todos los compañeros de Odiseo. Huyendo de allí llegaron a la isla de Circe, quien dijo al héroe que para regresar a su casa, antes tendrá que pasar por el país de los muertos. Igual que Calipso, Circe se había enamorado de Odiseo. Pero ninguna de las dos se vio correspondida.

Canto XI 
Descenso a los infiernos. Tras llegar al país de los Cimerios y realizar el sacrificio de varias ovejas, Odiseo visita la morada de Hades para consultar con el adivino Tiresias, quien le profetizó un difícil regreso a Ítaca. A su encuentro salieron todos los espectros, que quisieron beber la sangre de los animales sacrificados. Odiseo se la dio en primer lugar a Tiresias, luego a su madre Anticlea y también bebieron la sangre varias mujeres destacadas y algunos combatientes que habían muerto durante la guerra de Troya.



Canto XII 
Ulises y las sirenas en un cuadro de Herbert James Draper. Las sirenas. Escila y Caribdis. La Isla de Helios. Ogigia. De nuevo en ruta, lograron escapar de las Sirenas, cuyo canto hacía enloquecer a quien las oyera. Para ello, siguiendo los consejos de Circe, Odiseo ordenó a sus hombres taparse los oídos con cera exceptuándolo a él y manda ser atado al mástil. Escaparon también de las peligrosas Caribdis y Escila. Consiguieron llegar a Trinacria (nombre griego de Sicilia), la isla del Sol. Pese a las advertencias de no tocar el ganado de Helios, los compañeros sacrificaron varias reses, lo que provocó la cólera del dios. Al hacerse de nuevo a la mar, Zeus lanzó un rayo que destruyó y hundió la nave, sobreviviendo únicamente Odiseo. Finalmente, arribó a la isla de Calipso (lugar donde se encuentra al principio de la historia).

Canto XIII 
Los feacios despiden a Odiseo. Llegada a Ítaca. Cuando el héroe termina de contar su viaje, el rey ordena su regreso a su hogar. Acompañado por navegantes feacios, llega a Ítaca. Atenea le disfraza de vagabundo para evitar ser reconocido. Por consejo de la diosa, va a pedir ayuda a su porquerizo, Eumeo.

Canto XIV 
Odiseo en la majada de Eumeo. Odiseo no revela su verdadera identidad a Eumeo, quien le recibe con comida y manta. Se encuentra con la diosa Atenea, y juntos preparan la venganza contra los pretendientes.

Canto XV 
Telémaco regresa a Ítaca. Atenea aconseja al joven Telémaco salir de Esparta y regresar a su hogar. Mientras tanto, Eumeo relata su vida y sus orígenes al mendigo, y de cómo llegó al servicio de Odiseo.

Canto XVI 
Telémaco reconoce a Odiseo. Gracias a la ayuda de la diosa, el joven consigue eludir la trampa que los pretendientes le habían preparado a la entrada de la isla. Una vez en tierra, se dirige por consejo de la diosa a la casa de Eumeo, donde conoce al supuesto mendigo. Cuando Eumeo marcha a casa de Penélope a darle la noticia del regreso de su hijo, Odiseo revela su identidad a Telémaco, asegurándole que en verdad es su padre, a quien no ve desde hace veinte años. Tras un fuerte abrazo, planean la venganza, con la ayuda de Zeus y Atenea.

Canto XVII 
Odiseo mendiga entre los pretendientes. Al día siguiente, Odiseo, de nuevo como mendigo, se dirige a su palacio. Sólo es reconocido por su perro Argos que, ya viejo, fallece frente a su amo. Al pedir comida a los pretendientes, es humillado e incluso golpeado por éstos.

Canto XVIII 
Los pretendientes vejan a Odiseo. Aparece un mendigo real, llamado Iro, quien solía pasarse por el palacio. Éste, riéndose de Odiseo, le reta a una pelea. Los pretendientes aceptan que el ganador se junte a comer con ellos. Le dan 2 trozos de pan a Odiseo, que, tras quitarse su manta y dejar ver sus músculos, gana fácilmente al mendigo. A pesar de la victoria, ha de seguir soportando las vejaciones de los orgullosos pretendientes.

Canto XIX 
La esclava Euriclea reconoce a Odiseo. Odiseo, ocultando su verdadera identidad, mantiene una larga conversación con Penélope, quien ordena a su criada Euriclea que le bañe. Ésta, que fue nodriza del héroe cuando era niño, reconoce una cicatriz que a Odiseo, en su juventud, le hizo un jabalí cuando se encontraba cazando en el monte Parnaso. La esclava, pues, reconoce a su amo, que le hace guardar silencio para no hacer fracasar los planes de venganza.

Canto XX 
La última cena de los pretendientes. Al día siguiente, Odiseo pide una señal, y Zeus lanza un trueno en medio del cielo azul. Este gesto es entendido por uno de sus sirvientes como una señal de victoria contra los pretendientes. Odiseo aprovecha para ver quién es fiel al desaparecido rey, y librarse así de la venganza. Un profeta, amigo de Telémaco, advierte a los pretendientes que pronto los muros se mancharán de su sangre. A pesar de que algunos de ellos creen en la profecía y huyen, la gran mayoría de ellos se ríe de la adivinación.

Canto XXI 
El certamen del arco. Aparece Penélope con un arco que Odiseo dejó en casa a su marcha a Troya. Promete a los pretendientes que se casará con aquel que consiga hacer pasar la flecha por los ojos de doce hachas alineadas. Uno tras otro, los pretendientes lo intentan, pero ni siquiera son capaces de tensar el arco. Odiseo pide participar en la prueba, ante la negativa de los demás. Tras la insistencia de Telémaco, le es permitido intentarlo. Con suma facilidad, Odiseo tensa el arco y consigue hacer pasar la flecha por los ojos de las hachas, ante el asombro de los presentes. A la señal de su padre, Telémaco se arma, preparándose para la lucha final.

Canto XXII 
La venganza. Antinoo, jefe de los pretendientes, se encuentra bebiendo cuando Odiseo le atraviesa la garganta con una lanza, dándole muerte. Ante las quejas de los demás, Odiseo responde con amenazadoras palabras, y los pretendientes temen por sus vidas. Se inicia la feroz lucha, con los numerosos pretendientes por un lado y Odiseo, su hijo y sus dos fieles criados por otro. Melantio, infiel cabrero de Odiseo, consigue armas, pero gracias a la ayuda de Atenea, todos aquellos que traicionaron a Odiseo van muriendo uno por uno. Los esclavos son colgados del cuello en el patio del palacio, mientras que Melantio es cortado en pedazos para que se lo coman los perros. Odiseo manda a Euriclea que haga fuego y limpie el patio con azufre. La esclava avisa a las mujeres que fueron fieles al héroe, que abrazan a su amo.

Canto XXIII 
Penélope reconoce a Odiseo. Después de que Odiseo matase a los pretendientes que se hospedaban en su casa, Odiseo manda a los presentes que vistan sus mejores trajes y bailen, para que los vecinos no sospechen de lo ocurrido. Con la ayuda de Euriclea, el héroe se presenta a Penélope, pero ella no le reconoce ya que ella estaba convencida de que él estaba muerto y el aspecto que tenía en ese momento no era el mismo que cuando se marchó a la guerra. Entonces, Odiseo describe el lecho conyugal del matrimonio, y cómo lo hizo él mismo de un olivo. Penélope, convencida ya, abraza a su esposo, que le narra sus aventuras, como por ejemplo el enfrentamiento que tuvo con Polifemo, el monstruo de Escila, cuando Circe convirtió en animales a todos sus marineros y así sucesivamente. Finalmente le cuenta que aún tendrá que hacer otro viaje, antes de terminar su vida en una tranquila vejez.

Canto XXIV
El pacto. Las almas de los muertos viajan al Hades, donde cuentan lo ocurrido a Agamenón y Aquiles, compañeros del héroe en la expedición de los aqueos a Troya. Odiseo marcha a casa de su padre, Laertes, que se encuentra trabajando en la huerta. El hombre se encuentra envejecido y apenado por la larga ausencia de su hijo. Para ser reconocido, Odiseo le muestra la cicatriz y recuerda los árboles que en su infancia le regaló su padre. Mientras, los familiares de los pretendientes se juntan en asamblea, y piden venganza por la muerte de los suyos. Odiseo, su hijo y su padre, que se encuentran en la casa de éste, aceptan el reto, y da comienzo la lucha. Laertes dispara una lanza que mata al padre de Antinoo. Pero en ese momento cesa la lucha. Interviene la diosa Atenea, que anima a los itacenses a llegar a un pacto, para que juntos vivan en paz durante los años venideros.

La Odisea (1996).
Miniserie para la televisión dirigida por Andrei Konchalovsky
y protagonizada por Armand Assante como Odiseo.

 
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